En esta carta mandada por facebook a Pucela Fichajes podemos comprobar como Lucas Giannotti, un joven argentino de 19 años se hizo fan del Real Valladolid simplemente al ver un partido que no fue precisamente bueno para la historia del club, pero que desde entonces es un seguidor más del Pucela, que nos sigue y nos anima como un Pucelano más desde Buenos Aires: (Se te ponen los pelos de punta)
"Es muy difícil alentar a un equipo a la distancia. Por suerte soy hincha fanático de San Lorenzo de Almagro, uno de los cinco grandes del fútbol argentino. Pese a que por ningún otro club del mundo haría lo que podría llegar a hacer por mi institución, siento mucho afecto por el Real Valladolid. Acá, en Argentina, si te gusta el fútbol español, tenés que ser del Barcelona, Real o Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla o Bilbao. Esos son los que desde acá, se consideran los equipos grandes. Las camisetas (en mayor cantidad del Barcelona, Real, Aleti y Valencia) se consiguen fáciles y eso motiva a ser simpatizante de esos clubes llenos de gloria, historia y títulos. Sin embargo, no todos los seres humanos somos iguales, el mundo está lleno de sorpresas, tanto agradables como desagradables. En este caso, la sorpresa es más que agradable…
El afecto hacia el “Pucela” empezó el 16 de mayo de 2010. Para el que no sabe, si busco en algún libro si el Valladolid fue campeón o se clasificó para jugar en Europa, no lo va a encontrar. De hecho, todo lo contrario, eso día se perdió la categoría y la próxima temporada se jugaría en la Liga Adelante y no en la BBVA.
Como todo domingo en Argentina, estaba esperando para ver un partido de la liga local, cuando veo a través de la señal ESPN el partido de Barcelona – Valladolid. Para ser sinceros, sólo conocía a los Pucelanos de nombre, ya que nunca los había visto jugar. Iban 22 minutos y el marcador iba 0 a 0. Yo me enteré que con un empate, los catalanes eran campeones y que a su vez, ese punto, podía dejar en primera al hasta ese entonces, equipo desconocido para mí. Desde ese momento, sin saberlo, ya sentía afecto por el Valladolid. A los 27 minutos del primer tiempo, Luis prieto en propia puerta comenzó a brindarle el título al rival y la desazón a su club. Pedro y Messi, en dos ocasiones, se encargaron de ratificar lo que terminó siendo el triste final.
Cuando terminó el partido, cambié de canal. Pero mis pensamientos seguían en Catalunya. No podía dejar de imaginar aquellos colores, sus hinchas, sus pequeños pero poderosos cánticos que entonaban el “Pucela, Pucela, Pucela” y dije: “Esos fanáticos son los verdaderos campeones”. A los pocos días, busqué en internet al Valladolid, y me enteré que su nombre, llevaba la palabra “Real” adelante. Además descubrí que estaba ante un equipo campeón, que supo conocer la gloria en la Copa de Liga 1984. Pero todos estos datos eran menores a la importancia de aquella afición. Desde ese día sigo cada partido del Pucela por internet, a la distancia, en horarios cambiados, algunos muy tempranos en los que en el Zorrilla se ve la luz del sol y acá apenas está amaneciendo. Los únicos dos partidos que puedo ver en vivo por televisión, es ante Real Madrid y Barcelona.
Las dificultades no son sólo en los partidos, ya que me da ganas de llevar conmigo los colores del Valladolid, a veces, combino un pantalón de mi querido San Lorenzo con una camiseta del Pucela. Pero tengo pocas, sólo dos. Es muy difícil conseguir acá algo de muy lejos, a menos que sea de los equipos que nombré anteriormente. Pese a esto, seguiré alentando desde Buenos Aires, Argentina. Por todas estas cosas, quiero que sepan, que el equipo tiene un hincha en América, que vive como propio cada partido y momento tanto de alegría como de tristeza. Desde aquí, defiendo al Valladolid ante cualquier equipo, ya sea Valencia o Real Madrid, o lleve el nombre que lleve. Desde ese día, el blanco junto al violeta, ya no son dos colores unidos, sino que son una pasión que tiene un nombre bien constituido: Real Valladolid".
Perfil facebook del autor del emotivo escrito: https://www.facebook.com/lucas.giannotti
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